jueves, 21 de enero de 2010

En el ritmo de la misión permanente



En el ritmo de la misión permanente los jóvenes consagrados (as), presentes en Bolivia por invitación del Obispo de Concepción monseñor Antonio realizaron en los días 28 de Noviembre a 10 de Diciembre una misión en tierras chiquitanas en la región de San Javier.
.San Javier fue la primera reducción fundada por los Jesuitas en 1691, con el nombre de San Francisco Javier, y fue sede de una escuela de música y de un taller para la fabricación de instrumentos musicales. Hoy es un pueblo agrícola y ganadero, con una importante planta de producción lechera, que está desarrollando sus potencialidades turísticas.
El grupo de misioneros salio de Cochabamba el día 28 de Noviembre a hs 20:00 p.m con la bendición del Párroco Fray José Sartori, éramos 7 misioneros (Hno. Claudio, siervos de Maria, Hermana Andrelina, Antonia y Patricia Siervas de Maria Reparadoras, hna Marizol Escolapias, hno Wilson del Verbo Divino y las hnas Ángela y Mírian Ursulinas de Somasco), llegamos a San Javier el día 29 a hs 22:00 con 6 hs de retrazo por derrumbe en la carretera de Cochabamba a Santa Cruz; los lideres de comunidad nos esperaban juntamente con las hermanas Obreras franciscanas, los hermanos Franciscanos y el párroco fray Gaspar. Después de compartir un momento hemos sido encaminados a las familias que durante estos días nos acogerían.
Me quedé alojada en la casa de doña Esperanza en el barrio San Juan. Nuestros días estaban organizados de la siguiente forma por la mañana hacíamos desayuno en una de las familias del barrio en seguida salíamos a visitar las familias con algunos de los lideres, en cada casa compartíamos la Palabra y bendecíamos sus casas preparándolos para la Navidad, como también les invitábamos a participar de la festividad en honor a San Javier cuya fiesta es el día 3 de Diciembre. Para el almuerzo otra familia nos invitaba . Por la tarde realizábamos momentos de juegos con los niños y niñas de diversos barrios. Esos momentos han sido muy gratificantes para cada misionero.
Al termino de este periodo misionero hemos realizado en cada barrio una celebración de la Palabra con la presencia de los otros misioneros y lideres de comunidad al final de cada celebración compartíamos el famoso cuñapè (pan de quejó) y café.
Para la clausura de la misión teníamos la celebración eucarística en la parroquia. El día 8 de Diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción, los misioneros participamos de una eucaristía en conmemoración de los 300 años de fundación de la ciudad de concepción.
Doy gracias al Señor por cada misionero que proporcionó un clima familiar inter-congregacional en estos días y a cada persona que encontramos y nos confiaron sus vidas y sufrimientos en especial los niños y niñas que nos acompañaron en las visitas.

Hna. Andrelina da Silva Paes

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